Más acerca de la terapia



La sensación de que algo no va bien, de que no acabamos de "encontrarnos a gusto en nuestra piel". Esa sensación es, en realidad, la forma en que nuestro aparato psíquico, o anímico, según se prefiera, nos avisa de la infelicidad en la que vivimos sin ser plenamente conscientes de ella, y sin que resulte tampoco, en ocasiones, evidente a los otros.


Es el aviso de que nuestra vida podría estar mucho más llena de sentido de lo que está; y de que la frustración del día a día (experimentada como angustia difusa/confusa, poco clara y en forma de una sensación de cansancio, tristeza, tedio, ansiedad, desasosiego, inquietud, insomnio, desgana, falta de interés/intereses, de ilusión, etc...), nos vacía, quizás más de lo que creemos, en una sociedad eminentemente materialista, competitiva, y consumista; en la que se diría que lo único importante es lograr eso que hemos dado en llamar éxito, y que parece consistir en acaparar bienes/males de consumo, y prestigio social y/o profesional; que viene, finalmente/inicialmente, a convertirse en manantial inagotable de frustración y de pérdida de sentido.


Pérdida del sentido de ser, en lugar de tener, de ser mujeres u hombres en-el-mundo, de ser una/o entre nuestros semejantes, y vivir la solidaridad y la experiencia de estar vivos gozando del mundo y de la vida, a pesar de las dificultades que tengamos que superar, en lugar de convertirnos en competidores/compradores compulsivos. El sentido de disfrutar de lo que la vida nos ofrece, en lugar de lamentar, y sufrir por lo que creemos que nos niega; dando por hecho que eso, que según nosotros nos niega, es precisamente lo que nos haría felices, cuando esa creencia, convertida en certeza imaginaria, no es sino el producto de una fantasía, instalada en nosotros por "contaminación" y que haciéndola nuestra viene a convertirse en una trampa.

Casi podríamos decir que la terapia es el proceso de búsqueda, y encuentro de/con ese sentido.

 

Más necesario, claro está, en los casos de sintomatología más evidente, grave, y/o incapacitante y turbadora. Sintomatología que vendría a ser la forma exacerbada del malestar, ocasionado o desencadenado por las condiciones y circunstancias que se habrán de averiguar en cada caso.

 

Se podría decir que en la Terapia la revisión y el compromiso con los propios ideales, no tienen por qué ser ajenos a la búsqueda del sentido de la propia vida, más bien diría que son de gran ayuda. Entendiendo por ideales el conjunto de ideas, creencias y actitudes ante la vida, nosotros mismos y los otros.